Hola. De vez en cuando, escuchaba que la gente habÃa despenalizado las relaciones domésticas, me enojaba mucho. Hasta que me pasó a mÃ. Al principio, mis pensamientos sobre mi tÃa eran lo que toda persona escucha sobre su cuñada. Pase lo que pase hace tres años, de alguna manera comencé a ver a mi tÃa como una mujer, no como un pariente. Me encantaban los pies de mi cuñada.
QuerÃa estar con él. Lo que hice fue perverso. Este sentimiento me hace hostil conmigo mismo. De hecho, algunas noches contaba consigo mismo hasta la mañana, tratando de comprender el hecho de que ella era mi cuñada, pero de alguna manera no podÃa superar mis sentimientos. Lo que sentÃa hacia mi cuñada deberÃa haber penetrado en el suelo conmigo. Pero no estaba pasando, deberÃa haberme acostado con él. Me gradué de la universidad este verano. De vez en cuando, mi cuñada me dice que hay algunas futuras candidatas y que estaba buscando mi boca sobre el matrimonio. Dic.
Como mi hermano era policÃa, solÃa quedarme con ellos cuando él iba de guardia nocturno. Fui a su casa de nuevo un dÃa cuando mi hermano estaba de guardia. Por la noche, mis sobrinos se acostaron. Empezamos a ver televisión y a charlar con mi tÃa. Se trataba de matrimonio, aparentemente él me estaba revisando de nuevo. Estaba seguro de que hiciste esto con el conocimiento de mi madre.
Estoy seguro de que estaba preguntando mis ideas, diciéndole a mi madre. Me habló de algunas futuras candidatas nuevamente, les decÃa que no a todas y les estaba dando una excusa para el servicio militar. me preguntó si tenÃa novia o quien quisiera. Cuando le dije que no, preguntó asombrado cómo nunca habÃa sucedido o si habÃa sucedido en la universidad. Dije que no de nuevo. (En realidad, tenÃa novia y planeaba casarme con ella.) Estás interesado en chicas que están confundidas en broma, dijo. Dije, excepto por las versiones Bulent Ersoy.
Bueno, dijo, cuéntame sobre el perfil de la mujer en el haylin. (No tengo sentido prolongar este tema, pero no lo cerraba para poder estar más a solas con mi tÃa.) De repente dije que la mujer con la que me iba a casar deberÃa parecerse a ti con su fÃsico, sus gestos, en resumen, con todo. Mi cuñada aceptó esto como un cumplido y me dio las gracias.
Me levanté para encender un cigarrillo y tomar el cenicero y me senté frente a él. Mis ojos se deslizaron entre sus piernas en un momento dado, y la parte cubierta de coño de su pijama fue arrancada. Nuevamente, mis sentimientos pervertidos se despertaron y comencé a sentirme extraño. Continuábamos hablando. Involuntariamente, mi ojo estaba cambiando a esa rasgadura, e inmediatamente me faltaba el ojo por temor a ser atrapado. Sus bragas de encaje negro se ven a través del pijama, y esta imagen me excitó.
Debà haberme sumergido decentemente en algún momento, y cuando miré hacia arriba, me miró fijamente y se cubrió las piernas. (Aparentemente, él no sabÃa sobre el desmantelamiento.) Estaba avergonzado y no hablaba. La habitación ya no hacÃa preguntas ni miraba televisión. Por supuesto, todavÃa estaba pensando en sus bragas y fantaseando. Él fue al baño en un momento dado, y yo lo seguà hasta la caseta de cubierta. Mi cuñada estaba orinando y yo le espiaba el coño y las piernas. Después de orinar, su coño
tenÃa tal lavado que no podÃa soportarlo e iba a entrar. Inmediatamente regresé al pasillo y tomé asiento. Entró en la habitación, se sentó frente a mà y, sin darse cuenta, volvió a lanzarme un tiro libre. Ahora era más cauteloso.(Pero era una trampa, querÃa asegurarse de que notara la lágrima y mirara allÃ.) Entonces quieres casarte con alguien como yo, dijo. Lo confirmé. Entonces, ¿qué dijo sobre mi pelÃcula favorita? No pude decir nada.
Dije que deberÃa parecerme a ti con todo, lo pasé por alto. Encendió un cigarrillo y de repente dijo, borra lo que estés pensando de tu cabeza y deja de mirar mis bragas, soy tu cuñada. Terminó su cigarrillo y se fue a la cama. Un poco más tarde también me fui a la cama. Estaba completamente perdida en el sueño. Constantemente me caÃa de mi cuñada y de sus bragas. Me colé en la habitación por la noche y comencé a mirar a mi tÃa, el miedo a que me atraparan me estaba poniendo aún más cachondo ahora
no pude soportarlo, deberÃa haber eyaculado de inmediato. Saqué mi polla y comencé a tirar de treinta y uno. Como hacÃa calor, la blusa de mi cuñada estaba abierta y su pijama estaba raspado hasta la rótula. No tardé mucho en eyacular. Me fui a la cama. Pero estaba empezando a pensar de nuevo, mi cuñada estaba al tanto de todo, y solo fui yo, tu cuñada, quien dijo deja de mirarme, me pregunto si estaba esperando un movimiento de mi parte.
Me pregunto por qué no se habÃa cambiado el pijama y por qué la puerta de la habitación estaba abierta. Era como si me fuera a desnudar, corrà a la habitación de nuevo, querÃa tocar a mi tÃa, no me atrevÃ. Eyaculé una vez más y me fui a la cama. Mi hermano venÃa de servicio a las ocho de la mañana. Salimos a desayunar sobre las once. Mi cuñada actuaba como si nada hubiera pasado.
Y no podÃa mirar la cara de mi hermano o la de mi cuñada por vergüenza. Los niños habÃan salido y mi hermano habÃa vuelto a la cama para dormir un poco más. Salà al balcón y comencé a fumar. Cuando mi cuñada arregló la mesa y lavó los platos, se acercó a mà y me dijo en voz baja que me parecÃa que estabas pensando mal en casarte.
¿Qué le estás diciendo en voz baja a mi propia cuñada?… Salà porque no soy un pervertido. Pero él dijo que estabas mirando mis bragas. No me doy cuenta de que se me resbaló el ojo, y cuando te diste cuenta, dije por qué no me avisaste, por qué no te cambiaste el pijama. No pudo decir nada. Ahora él era el culpable. OK, cierra este tema, dijo que nunca sucedió anoche. Ella salió de compras pronto . Saqué treinta y uno y fui al baño a ducharme.
Cuando miré en su canasta sucia, estaban sus bragas negras de encaje de anoche. Lo tomé, lo olÃ, lamà y chupé durante minutos. El lugar donde tocó su coño estaba mojado. Aparentemente se lo acababa de quitar y por qué estaba mojado. De todos modos, vine lamiendo las bragas y frotándolas en mi polla, me di una ducha y me fui. Mi tÃa ya habÃa llegado y estaba colocando las verduras que habÃa comprado en el armario. Por la noche, mi hermano volvió a estar de guardia, los pequeños se acostaron temprano. Estábamos solos de nuevo.
No hablamos durante un tiempo. Él empezó la palabra primero.
– ¿Cómo puedes querer a tu propia cuñada, es algo pervertido?
– Mira, no soy un pervertido, no, estoy diciendo algo asÃ
– SÃ, entonces, ¿por qué te bañaste al mediodÃa?
– No seas ridÃculo, hace calor, estoy sudando.
– Entonces, ¿por qué estaban mis bragas en tu boca?
– Tú lo hiciste… ¿me espiaste?
– SÃ, me quité las bragas a propósito.
– Bueno, ¿por qué estaba mojado entre Dic.
– ¿Qué es para ti ?
– No me estás probando, me estás forzando, mira esta sentada
– ¿Qué hay en mi asiento ?
– Mira, ni siquiera te has cambiado el pijama.
Las expresiones comenzaron a endurecerse cada vez más, y me volvà más y más deseosa de mi cuñada.
– Te lo digo por última vez, no volverás a pensar en mÃ, no entrarás furtivamente al dormitorio por el agujero de la puerta del baño.
– Estabas al tanto de todo esto, y me trataste como si nada hubiera pasado, eres una perra.
Rápidamente se levantó, se acercó a mà y me abofeteó con fuerza en la cara. No respondÃ, solo dije, lo juro, tú también me quieres. Esta vez la bofetada fue más dura.
– No seas idiota y háblame bien. Este tema nunca volverá a mencionarse.
Dijo que me iba a la cama y fui a la habitación media hora después, me fui a la cama, pero no pude dormir de nuevo, asà que volvà a la habitación, me senté en el suelo y comencé a mirarlo. SabÃa que estabas despierta. Él era consciente de que yo estaba en la habitación y estaba dando grandes bichos raros usando el calor como excusa. No pude soportarlo y comencé a masturbarme de nuevo. Se volvió de repente.
– No eres un hombre, imbécil, vete.
– Pondré mi sello en el hecho de que quieres que duerma a tu lado, pero no lo haré hasta que me digas que tú también lo quieres.
– Te estoy diciendo que salgas.
– SÃ, me quieres, tÃa, pero si no me lo dices, siempre te vigilaré y me satisfaré.
– Maldito pervertido eres asqueroso
Ella comenzó a llorar, yo estaba triste, pude acercarme lentamente y decir naap, estoy enamorada de ti, entiéndelo ahora, y le limpié las lágrimas.
– No me toques cómo enamorarme de una tÃa humana
– Si su cuñada también se enamora de él, sucederá.
– Por favor, rÃndete, siempre te he visto como un hermano .
– No ruegues, no lo quieres solo porque algo anda mal, sino porque estás enamorado de mÃ.
– No lo soy.
– Estás enamorado
– SÃ, estoy enamorado del puto imbécil, pero nunca pasará nada entre nosotros, ¿entiendes? nada en absoluto. Dic.
– Está bien, confesaste, y eso es suficiente.
– Si vuelves a hacer esto, se lo contaré todo a tu hermano.
– No puedes decirlo. ¿Qué vas a decir, tu hermano y yo nos enamoramos?
– Mira, te quiero, pero definitivamente ni siquiera intentes ponerme la mano encima.
– Está bien, esperaré hasta que quieras .
– Pero tengo que estar loco para querer esto
Le di un beso gentilmente en la mejilla y salà de la habitación. Dos semanas después, mi padre y mi madre fueron al pueblo. Estaba sola en casa. Constantemente soñaba con mi tÃa y me masturbaba. él no está llamando a mi novia, y cuando llamó, estaba tratando de colgar lo antes posible. Mi tÃa era la única mujer en mi vida ahora. El hecho de que no pudiera atraparlo me hizo sentir más apegado a él. No sabÃa qué hacer. Mi cuñada admitió que estaba enamorada de mÃ, pero definitivamente dijo que no me tocara. De repente, un rayo brilló en mi cerebro.
Me pregunto si mi cuñada querÃa que la violara. La única forma de averiguarlo era intentarlo. Pero primero tuve que hacer algunos intentos preliminares. Un dÃa fui a su casa. Ella estaba cocinando en la cocina. Como mi madre no estaba en casa, casi siempre comÃa con ellos. Fui a la cocina y me quedé atrapado en la parte de atrás, pasó más de una hora antes de que llegara mi hermano y pudiera hacer las primeras rondas de práctica. Dije, ¿qué cocinaste?
Él no respondió, le abofeteé el muslo y volvà a preguntar. No hay sonido de nuevo, dije que si no respondes de inmediato, te acostaré y te violaré. Él se rió y dijo: Estoy haciendo una cazuela. SabÃa que algo extraño estaba pasando.
– ¿De qué te rÃes?
– ¿Qué, deberÃa llorar?
– No, lo siento, pero fue como una sonrisa astuta.
– ¿ Es normal lo que estás haciendo, acariciando a tu cuñada?
– No te opones –
– No eres un hombre que entenderá las palabras –
– Deja de insultarme.
– ¿Por qué tenÃas que hacerlo, sucio pervertido, eres tan pervertido?
Me estaba presionando, le gustaba la idea de ser violada y estaba segura de que lo querÃa. Pero no era el momento adecuado porque esta iba a ser nuestra primera relación. Bien, dije detente y entré, encendà un cigarrillo y comencé a ver televisión. De todos modos, mi hermano iba a trabajar de noche dos dÃas después. También iba a violar a la esposa de mi propio hermano. Esa noche, planeé y masturbé cómo le darÃa a mi tÃa hasta la mañana.
Me importaba un carajo poder alimentar a mi tÃa al dÃa siguiente y no quedarme a mitad de camino. Constantemente comÃa cosas dulces y trataba de aumentar mi fuerza. Y habÃan transcurrido dos dÃas. Mi hermano llamó para que yo fuera a trabajar por la noche y tú pudieras quedarte con nosotros hoy. Dije que estaba bien. Fui al baño y me afeité la falda. Me puse olores agradables y me preparé para mi tÃa. Por la noche, mis sobrinos volvieron a acostarse temprano, mi tÃa no se habÃa cambiado de ropa.